Madagascar - 3ª y 4ª semana

Hola de nuevo desde tierras malgaches. Ya nos queda menos para terminar el viaje y se acumulan las impresiones sobre el país y la experiencia de viajar por él. Hasta ahora estamos entusiasmados con todo lo que estamos viendo y viviendo, a pesar de las numerosas horas que pasamos en el 4x4 por unas más que tortuosas carreteras, cuando las hay. La verdad es que estamos encantados con nuestro guía, con nuestro conductor y con Lanto, el dueño de una pequeña agencia local (Madagascar Trópico Voyage: http://www.madagascar-tropic-voyage.com) No solamente son 100% profesionales, si no también muy buena gente y con unas vidas de película ya que han pasado de la más absoluta pobreza a tener su propia empresa. La historia de Lanto y su hermanastro Ángelo no tiene desperdicio y merecería una larga entrada en este blog. De hecho, si alguna vez queréis visitar el país os la recomiendo encarecidamente, no solamente por su profesionalidad y honradez, sino porque es local y Lanto emplea a gente de su ciudad a las que les paga decentemente.

Cambiando de tema, estos días hemos estado por carretera asfaltada (igual o más difíci que las pistas de 4x4) y hemos seguido por el sur y centro del país visitando parques nacionales con más lemures, camaleones y otros maestros del camuflaje. Sin embargo, a veces lo más interesante se encuentra alejado de los parques naturales. De hecho, hemos sido testigos de varias experiencias interesantísimas por motivos muy distintos. Por ejemplo, hemos presenciado algunos trabajos durísimos como una fábrica de ladrillos al aire libre, ricksaws tirados por hombres y una mina de zafiros en la que todo el trabajo es manual. Esta última actividad se puede ver en la ciudad de Ilakaka, una especie de poblado del Far West creado a partir del boom del zafiro. Otra experiencia inolvidable ha sido presenciar la Famadinaha, una ceremonia de lo más particular. Cuando muere una persona, se la entierra en un panteón familiar. Unos años más tarde, se celebra una fiesta de tres días con charanga y mucho ron para celebrar la exhumación de los huesos de los difuntos. Es decir, se sacan todos los cuerpos y se les pone una mortaja nueva a la vez que los familiares, entre sonrisas y lágrimas, hablan con sus difuntos. Luego, después de más baile y más ron, los cuerpos son devueltos al panteón hasta una nueva Famadihana varios años después. Aunque en ningún momento se ven los huesos, impresiona ver todos los cuerpos envueltos en un sudario. A pesar de lo escabroso, me gusta la idea de que los muertos se reúnan con los familiares vivos cada cierto tiempo en forma de una fiesta con música, baile y ron; algo muy diferente a nuestra tradición católica obsesionada con la pena y la tristeza permanente.

De todo esto os dejo un amplio reportaje fotográfico más abajo que espero os guste.

 Un saludo y nos vemos dentro de poco.

    Barcas de pesca en Salary

    Playa desierta en Salary
    Aldea de pescadores y Marta rodeada
    En plan anuncio
    Baobab al atardecer

    En el parque nacional de Isalo


    Pareja de lémures
    Lemur tomando el sol
    Arañaca
    Maestros del camuflaje (insecto palo e insecto "liquen")


    Con lemures en Anja
    Botando voy...
    ... a que te hipnotizo!
    Camaleón desayunando
    Otro camaleón

    Mineros en Ilakaka





    Lavando la tierra en busca de zafiros

    Ilakaka
    Cristal disparado
    Venta de zafiros
    Puliendo los zafiros
    Zafiros


    Fábrica de ladrillos



    Aldeas locales

    Peluquería



    La cena
    Tejiendo seda

    Montañas en Andringita

    En Andringita


    Ceremonia de la exhumación o Famadinhana




















    Haciendo amigas

Comentarios

Gus Medina ha dicho que…
Bonito viaje!!
Saludos desde Tenerife.
Gustavo

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