India - Febrero y marzo 2025

 

Hola a tod@s después de algunas semanas. Segundo viaje a la India y sensaciones parecidas a las de la primera vez hace quince años. Puff. Contrastes y extremos como en ningún otros país. Afortunadamente el crecimiento sostenido de su economía ha contribuido a que se reduzca notablemente la pobreza extrema. De hecho, hemos visto mucha menos gente pidiendo dinero o con algún miembro amputado. Además, hay muchos baños públicos gratuitos e incluso agua para beber sin coste alguno. Sin embargo, el número de personas obesas y con diabetes ha aumentado vertiginosamente debido al alto consumo de azúcar. ¡Y cuánta suciedad! Lejos de haber mejorado el nivel de limpieza creo que ha empeorado respecto a la última vez que vinimos. Será difícil de olvidar imágenes como las playas en el entorno de Chenai abarrotadas de basura o la veintena de tortugas marinas muertas en la arena porque los pescadores deciden no devolverlas al mar. De lo más desagradable que hemos visto nunca. Otra cosa que nos saca de quicio es el no parar de los pitidos de los vehículos. Es como un idioma parecido al morse y que todo conductor debe conocer cuando decide adentrarse en las calles de cualquier ciudad. Quizás Kerala sea una excepción, especialmente la ciudad de Cochin. Todo un placer poder pasear tranquilamente por unas de las pocas aceras que existen en la India. Además, esta ciudad costera tiene excelentes restaurantes y para nuestra sorpresa, alberga una judería con una sinagoga construida por sefardíes. 

Otros de los lugares que nos ha encantado es un templo en la ciudad de Madurai. Cientos de peregrinos acuden cada día para rezar y dejar ofrendas a las mil y una divinidades de la religión hindú. Es una experiencia muy auténtica que te hace viajar al pasado y con la que uno puede imaginarse cómo debieron ser los rituales religiosos en el antiguo Egipto o Roma. Sin embargo, en este mismo templo presenciamos otro acto de maltrato a los animales. En este caso un elefante casi ciego y encadenado a un árbol que bendecía con la trompa a todo aquel que previamente depositaba algún billete.  

Quizás la gran decepción ha sido Goa, y es que a pesar de tener una bonita arquitectura colonial portuguesa, la zona de playas no es para nada lo que muchos blogs de viajes describen. Es una especie de “Benidorm” en el que conviven jubilados británicos y rusos en busca de otra insolación con grupos de indios que se embriagan para después abandonar las botellas en la playa. Además existe una mafia de taxistas con precios más que abusivos y que monopolizan el transporte. Siendo sincero no recomiendo Goa, especialmente su zona de playas.

También comentaros que hemos estado celebrando el Holi en Mathura, epicentro del festival de colores. Muy intenso como todo en la India, a veces incluso demasiado, pero espectacular, fotogénico y muy divertido. Hay que verlo al menos una vez en la vida.

Para terminar, sigue siendo un desafío viajar por la India. Es frustrante tratar de hacer cosas aparentemente sencillas como comprar un billete de tren o hacerse con una tarjeta SIM. Como dice Marta, es un país donde pierdes tiempo y dinero si planificas con antelación.

Sin más, os dejo con algunas fotillos y nos vemos en la próxima parada… Abu Dhabi.

   En las playas de Chennai




   Leyendo el futuro

   Atardecer en Chennai


   Templo Kapaleeshwarar




   ¿Quién da más?

   Danza en Chennai


   Primera vez en el mar

   En Pondicherry

   En Mahabalipuram


   Templos de Mahabalipuram





   Mirad el cartel de atrás

   En Madurai






   Bendiciendo un coche nuevo

   Templo en Madurai

   Palacio Thirumalai Nayakkar Mahal


   En Allepey






   




 En Cochin





   Judería en Cochin

   Arquitectura portuguesa en Goa




   Cristo Tandori



   Playa en Goa


   Calma antes del Holi




   La que se nos viene encima con el Holi

   Holi en Mathura












   15 años después


Comentarios

Entradas populares