Omán - Diciembre 2024
Omán está de moda y no es de extrañar. Es un país musulmán
“moderado”, muy seguro, poco explotado y lleno de innumerables atractivos:
playas de arena blanca kilométricas, oasis con palmeras junto a pozas en las
que refrescarse, un desierto de dunas rojas y un largo etcétera. También se
puede ver al tiburón ballena o el nacimiento de las tortugas marinas, pero nos
ha pillado fuera de la temporada.
Nos ha sorprendido que de sus cinco millones de habitantes más
del 40% sean inmigrantes, especialmente de Bangladesh, y que más del 60% sean
hombres. Esto queda reflejado cada vez que uno pisa la calle puesto que todos
los trabajos que implican algún esfuerzo físico están realizados por
extranjeros. Por el contrario, apenas se ven hombres omaníes trabajando. Las
mujeres, como suele ser habitual en muchos países árabes, apenas trabajan. Debido
al calor, al igual que en Arabia Saudí todo comienza a partir del atardecer.
Antes de esa hora todo está cerrado y solo se ven inmigrantes trabajando u
omaníes conduciendo sus todoterreno. En cambio, cuando oscurece las calles se
llenan de vida y los locales salen a pasear o cenar.
También es muy llamativo que Omán, al igual que hace siglos,
siga siendo un enclave comercial privilegiado entre la India y África. Desde la antigüedad ya
comercializaban con cobre, luego con especias e incienso, más tarde con
esclavos y hoy en día con petróleo.
Otra cosa que nos ha llamado la atención es el valor de la
moneda, el Rial Omaní, y es que 1€ son 0,40 riales. Es decir, cuando uno ve que
algo cuesta 10 riales realmente estamos hablando de 25€. En cuanto a la comida, nada destacable y más
arroz con carne. Muy parecida a la de Arabia Saudí.
Pues nada más. Omán es un destino para venir ya puesto que se
está poniendo de moda entre instagramers y eso ya sabemos lo que significa.
Feliz Navidad y nos vemos en la próxima parada… Madrid. Pasaremos
las fiestas con la familia para más tarde continuar con nuestro periplo.
Oasis de Wadi Al Nakhr
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