Sur y oeste de Turquía (Septiembre 2024)
En esta tercera etapa del viaje hemos hecho una ruta
circular por el sur y oeste de Turquía. Desde Antalya hemos recorrido la costa
hasta Éfeso, para después regresar a Antalya por el interior visitando lugares
como Pamukkale o Konya. Ya hemos estado varias veces en Turquía, pero nunca por
esta zona quizás algo más turística y plagada de yacimientos romanos espectaculares.
De hecho, ningún país del mundo, ni tan siquiera Italia, tiene tal
concentración de yacimientos y en un estado de conservación envidiable. Visitar
ruinas romanas aquí lleva horas porque no se ve un monumento concreto, sino una
ciudad entera con sus calles, teatros, baños, etc. Son muchos los yacimientos,
pero si tuviera que elegir tan solo dos o tres, quizás escogería el teatro de
Aspendos, el estadio de Afrodisias y el conjunto de Termessos. De hecho, este
último es muy especial porque no se ha restaurado y está tal cual. Además, a
penas lo visita gente, por lo que explorar el yacimiento es una experiencia fascinante
que recuerda un poco a las ruinas de Angkor en Comboya. Pero todo esto viene
con un precio, que en el caso Turquía es altísimo. Se les ha ido la cabeza con
el precio de las entradas. De hecho, se ha duplicado en tan solo un año. Por
poner un ejemplo que clama al cielo, entrar a Éfeso cuesta en 40€ en 2024, y no
incluye las casas romanas (15€) ni el museo (10€). Hablamos de 65€ por persona.
En cambio, si eres turco la entrada cuesta en torno a 2€. Todo un escándalo. La cara de estupefacción
es aún mayor cuando de forma generalizada tratan de cobrarte una audio-guía por
10€ más aunque no la pidas. Hablamos de una picaresca orquestada por el mismo
Ministerio de Cultura. Lamentablemente este no es el único caso de estafa con
el que nos hemos topado, por lo que me da que se ha instaurado la lamentable
costumbre de tratar de engañar al turista a toda costa. No voy a entrar en
detalles pero con el alquiler del coche también nos ha ocurrido algo similar.
Nunca habíamos notado esto de forma tan descarada en nuestros viajes anteriores
a Turquía. Afortunadamente, también hemos dado con gente muy maja que no tenía
nada que ver con el sector turístico.
En cuanto a la comida, buena pero repetitiva y aburrida. Uno
llega a cansarse de que en los restaurantes solo haya kebabs, pide (pizza
turca) y las mismas ensaladas. Sin embargo, la excepción sería sus excelentes
desayunos y la abundancia de árboles frutales a los que uno puede acercarse
para coger granadas, higos e incluso uvas.
Sin más, os dejo con algunas fotillos. Nos vemos en la
próxima parada… Egipto.
En Antalya
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