Chipre - Navidad 2022
Hola y felices fiestas. Esta Navidad nos hemos regalado un
viaje a Chipre, destino que teníamos en mente desde hace tiempo y que
hasta ahora no habíamos podido visitar. Quizás haya sido determinante ver el
capítulo dedicado a Varosha en el siempre interesante canal de YouTube
"Mundo Inmenso".
Chipre es un país curioso donde los haya. Su situación
geográfica, cercana tanto a Asia, África como a Europa, ha contribuido a que su
pasado y presente sean de lo más complejo y convulso. Ya en la antigüedad
egipcios, griegos y asirios se disputaban los recursos de la isla mediterránea.
Chipre fue griega, después otomana durante tres siglos, luego colonia británica
y finalmente independiente en los años sesenta del siglo pasado. Sin embargo,
las desavenencias entre las comunidades grecochipriota y turcochipriota
desembocaron en una guerra que terminó con la separación del país en dos: el
sur grecochipriota y el norte turcochipriota. La llamada Línea Verde, que
incluso divide a la capital Nicosia, se trazó para separar dos comunidades que
no se han entendido durante décadas, por no decir siglos, a pesar de compartir
más cosas de las que los separan. El alto el fuego, aún vigente, no ha evitado
que a día de hoy tanto Grecia como Turquía sigan pugnando por influir en el isla.
De hecho, el norte declaró su independencia en 1983 y pasó a llamarse República
Turca del Norte de Chipre, país tan solo reconocido por Turquía y Bangladesh.
Para tratar de resolver todo este galimatías, en 2004 la ONU organizó un
referéndum para decidir si se unía toda la
isla en un solo país independiente. El resultado fue de lo más curioso: la
mayor parte de los turcochipriotas votaron a favor, mientras que una mayoría
grecochipriota lo hizo en contra. El "no" fue claro.
¿Por qué? Pues porque la mayor parte de los ciudadanos del sur no quieren ser
independientes, sino unirse a Grecia.
Como podéis ver, la situación es delicada y la tranquilidad actual puede saltar en pedazos en cualquier momento. Esta separación entre comunidades ha dado como resultado multitud de curiosidades. Por ejemplo, una misma ciudad puede tener un nombre en el sur y otro completamente diferente en el Norte. Siguiendo con los nombres, el que todos conocemos como café turco se llama café griego en el sur. Otra curiosidad es la que se produce en la capital Nicosia. Al estar dividida en dos, como lo estuvo Berlín durante gran parte del siglo pasado, uno debe cruzar por una frontera si quiere pasar de un lado de la ciudad al otro. Aunque las diferencias no sean tan exageradas como en el ejemplo alemán, sí que se perciben notorias diferencias económicas entre el sur, más rico, y el norte más humilde. Sin embargo, no es Nicosia la ciudad que peor suerte ha corrido. Varosha, justo en la frontera entre el sur y el norte, es una ciudad fantasma en la que nadie puede vivir desde que fue abandonada en 1974. Recientemente se ha reabierto, aunque solo se puede visitar una parte. Sin duda ha sido la estrella del viaje porque, al igual que Pripyat en Chernobyl, la ciudad está congelada en el tiempo. La que una vez fue una rica "Benidorm" chipriota con playas espectaculares, hoy es una ciudad en la que la vegetación se ha tragado el cemento. Como podéis ver en las fotos de abajo, pasear por sus calles es como visitar una ciudad postapocalíptica salida de The Walking Dead.
Varosha
WC romano
Café fronterizo
Escultura de una mujer dando a luz
Cerdo y mezquita. A sí se las gastan algunos grecochipriotas
Ñam, ñam
En la parte turca de Nicosia
En un hammam
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