Isla de Pascua - Julio 2019

Iorana ("hola" en Rapa Nui) a tod@s después de algún tiempo. Como os podéis imaginar, acabamos de visitar Isla de Pascua y solo podemos decir maravillas de esta pequeña isla de la Polonesia. Tras dos vuelos de 13 y 5 horas respectivamente (el vuelo más largo que hemos hecho hasta la fecha), aterrizamos en Hanga Roa muy cansados y algo despistados por el jet lag. Sin embargo, tras el merecido descanso, uno comienza a darse cuenta de que se encuentra en un lugar especial. Este "ombligo del mundo", tan lejos de cualquier lugar (3.500 km de Chile), ha sabido adaptarse a la época del turismo masivo y uno nunca tiene la sensación de "parque temático" que se puede encontar en otros sitios. De hecho, quizás por ser julio temporada baja, el número de turistas es bastante reducido y se puede estar prácticamente solo en algunos de los lugares más destacables de la isla.
Sin lugar a dudas, los impresionantes moais son la estrella de cualquier visita a la isla. Sin embargo, Rapa Nui también cuenta con muchos otros atractivos a la altura de los gigantes de piedra: su escarpada costa con olas gigantes la hacen un paraíso para caminatas, y la tranquilidad de su única ciudad, Hanga Roa, hace que uno no quiera marcharse de este remanso de paz. Además, la historia de Isla de Pascua es realmente fascinante y su cultura polinesia sigue aún muy viva gracias al uso de la lengua Rapa Nui (los colegios son bilingües), la danza o la música tradicional. En cuanto a la gastronomía, el pescado es la estrella, sobre todo en forma de ceviche. De hecho, el del restaurante Tataku Vave frente a las poderosas olas de la costa es una de esas experiencias que perdurarán en el recuerdo.
También debo destacar que el nivel de vida en la isla es bastante alto; de hecho, más alto que en otras islas del Pacífico y que incluso en el resto de Chile. Absolutamente nadie pide dinero en la calle, tienen tres colegios bien dotados, bibliotecas y un buen hospital. ¿Y cómo es posible si solo viven del no muy abundante turismo? Chile ha invertido cantidades ingentes de dinero en la isla después de décadas de total abandono. De hecho, hasta la década de los 50 del siglo pasado, el 90% de la isla estaba arrendada a una empresa británica de ovejas y la escasa población local fue obligada a vivir en condiciones de semiesclavitud en el 10% del territorio restante. Por no tener, no obtuvieron la nacionalidad chilena hasta bien entrados los años 60. Esta relación de odio-dependencia es más que palpable en el día a día y no son pocas las protestas reveindicativas contra el gobierno chileno. Es más, much@s se sienten 100% Rapa Nui y les gustaría conseguir la total soberanía sobre la isla, a pesar de que actualmente cuentan con cierta autonomía y ventajas con respecto al resto de Chile continental.
¿Alguna pega? Es muy, muy cara, pero se puede sobrellevar si uno planifica bien dónde comer o qué comprar. Por cierto, no recomiendo menos de una semana para visitar la isla. Nosotros hemos estado 11 días y la hemos disfrutado tanto que ojalá hubieran sido 30.
Sin más, nos vemos en la próxima entrada al blob sobre el norte de Chile.

    En la costa escarpada






      Hombre Rapa Nui limpiando el pescado
    Curtiendo la piel de vaca en el mar
    Flores tropicales

   Carretera a Orongo
    Cráter de Orongo
    Aquí lo pongo
     Entre moais










    El ceviche del que os hablaba más arriba







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