Armenia - Marzo 2018
Hola a tod@s. ¡Cuánto tiempo sin viajar y sin escribir en el
blog! Esta Semana Santa hemos pasado diez días en Armenia, un país al que le
tenía muchas ganas pero que por diversos motivos no habíamos visitado todavía.
Aunque suene ya a tópico, el país euro-asiático nos ha encantado de principio a
fin. De hecho, debido su reducido tamaño nos ha dado tiempo a visitar casi todo
el territorio: desde la muy contaminada capital Yereván hasta los alucinantes
monasterios medievales del este y oeste armenio. El emplazamiento de éstos, en
lugares tan bellos como recónditos y casi siempre al borde de un acantilado, es
uno de los principales atractivos del país. Otro sería el esquivo monte Ararat.
¡Qué difícil es ver al jodío! Hay que tener mucha suerte para que las nubes, la
neblina y la contaminación no tapen a este gigante de más de cinco mil metros y
a su hermano menor, el pequeño Ararat. Eso sí, el día que lo vimos nos dejó sin
palabras. ¡Maravilloso! Y es que a pesar de encontrarse en Turquía, la mítica
montaña luce más espectacular desde Armenia.
Y por si todo esto no fuera suficiente, el país no es muy
turístico y cuenta con unos paisajes espectaculares llenos de cañones, picos
nevados y valles verdes que te dejan con la boca abierta. Además, la amabilidad
de la gente y la sabrosísima cocina armenia te deja con ganas de quedarte unos
cuantos días más. Dolmas, pan lavash, humus, borsh, etc. son sólo algunos de
los platos que hemos probado y que fusionan la comida típica de próximo oriente con la del Cáucaso. Incluso cuando hemos cocinado, la verdura y la fruta que hemos
comprado tienen un sabor que hace mucho se perdió en España.
Pero no todo es perfecto en el país de las granadas y los albaricoques.
La contaminación es altísima y el gobierno debe empezar a tomarse en serio el
reciclaje, aún inexistente. Además, la caza de animales salvajes como lobos o
gatos salvajes para usar sus pieles es lamentable. Añadir también la sorpresa de
que este permitido fumar en el interior de bares, restaurantes y cafeterías.
A pesar de esto, Armenia nos ha encantado y es un destino
muy recomendable. Sin duda volvería a visitarlo.
Nos vemos en la próxima estación… Reunión y Seychelles.
¡Nuestro apartamento es una...
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