Groenlandia - Agosto 2016
Tras un año de silencio en este blog, y en cuestión de viajes,
reanudo su marcha con el viaje que acabamos de finalizar por el sur de Groenlandia.
Han sido quince días con Tierras Polares, la compañía de Ramón Larramendi, en unas tierras tan duras y salvajes como bellas y espectaculares. La primera
impresión que uno tiene de Groenlandia a nivel paisajístico es que se trata de
una continuación de Islandia. Sin embargo, y tras unos días, uno se da
cuenta de que no hay absolutamente nada ni nadie en los lugares que visitamos, tan sólo nosotros
y nuestras tiendas. De hecho, no se puede viajar en coche sino en lancha o
helicóptero porque apenas existen unos pocos kilómetros de carretera. Este
nivel de aislamiento y de naturaleza aún virgen, junto con las espectaculares montañas
de los fiordos y las auroras boreales hace que merezca mucho la pena visitar el
"país" aun habiendo visitado antes Islandia. Lo de las comillas en la palabra país es porque Groenlandia es todavía parte de Dinamarca. Está previsto que consiga su independencia en unos pocos años, pero no estoy seguro de
que ocurra a corto plazo puesto que depende económicamente del
país vikingo. De hecho, el 80% del PIB de Groenlandia proviene de las
subvenciones danesas.
En cuanto a los
Inuit, apenas hemos tenido contacto con los locales. Sin embargo, como en
tantas otras culturas nativas, se puede constatar el problema de identidad que acucia
a la mayoría de la población. Esto se ve reflejado en el alto índice de alcoholismo
y en poseer la tasa más alta de suicidio en el mundo.
En cuanto a viajar
con Tierras Polares, la experiencia ha sido muy satisfactoria aunque prefiero viajar por mi cuenta. Sin embargo, no hay posibilidad de moverse
por el "país" sino es con alguna de las dos compañías que operan en el sur del país, curiosamente ambas españolas.
Bueno, como
siempre os dejo algunas fotillos.
Nos vemos en breve
por tierras canarias.
Con Joaquín Reyes en el aeropuerto
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