Atenas y Santorini - Abril 2014
Este viaje ha sido el último antes del Gran Tour del
año que viene. De hecho, últimamente apenas hemos viajado para así coger el año
que viene con ganas, y también para ahorrar (Jejeje!!).
La capital griega nos ha sorprendido por varios motivos, y es que la antigua urbe colapsada por el tráfico y altamente contaminada ha cambiado radicalmente y ahora se puede caminar por todo el entorno de la Acrópolis. Haber ido en primavera, en plena ebullición de amapolas, margaritas o malvas, ha hecho incluso más placentera la visita. Además, hemos coincidido en Atenas con el domingo de Pascua comiendo cordero, como hacen casi todos los griegos durante esta festividad tan familiar. ¿Y sigue la grúa en la Acrópolis? Por supuesto que sí. Aún sigue en su sitio y parece competir con las de la Sagrada Familia por convertirse en la obra que más años se tarda en acabarse. Otra cosa que nos ha sorprendido son los precios, sobre todo sabiendo que Grecia, debido a la crisis, tiene deflación. Y no me refiero a los Nescafés (!!!) por 4 y 5€ en lugares nada excepcionales, sino al precio de la comida en los supermercados, especialmente la fruta y la verdura. Doblan a los de España y esto se agudiza aún más en Santorini. En cuanto a la injustamente llamada crisis griega, no hemos notado nada puesto que hemos estado en áreas turísticas en todo momento.
En cuanto a Santorini, una pasada. No sólo combina paisajes espectaculares y tranquilidad, sino también historia, la del fascinante y catastrófico final de la civilización minoica tras la explosión del volcán de la antigua Thera, la casi con toda seguridad Atlántida platónica. De hecho, se puede visitar Akrotiri, el equivalente minoico de Pompeya con la diferencia de que esta fue sepultada por ceniza unos dos mil años antes. Visitar Akrotiri o el nuevo volcán te pone los pelos de punta porque la explosión en Thera fue cien veces más fuerte que la del Karakatoa. Igualmente nos ha encantado la arquitectura tradicional de la isla y que nos ha recordado a la de algunas medinas. Eso sí, colgadas de unos acantilados vertiginosos. Uno de estos pueblos es la preciosa Oia, aunque se ha visto algo afectada por el turismo masivo y las casas tradicionales están siendo remplazadas por villas de lujo. Afortunadamente, ir en temporada baja hace que su espectacular atardecer se quede en la memoria durante bastante tiempo. Otros pueblos aún no han sucumbido al turismo de masas (especialmente de origen chino) y conservan intacto su encanto. Un ejemplo es Syrgos, donde tuvimos la suerte de presenciar la celebración religiosa más importante de la isla. Esta consiste en una procesión llevando un cuadro gigante de una virgen para después encender cientos de lamparillas por todo el pueblo. La vista de Pyrgos iluminada sólo por el fuego de las lamparillas es espectacular.
Mención especial merece la comida, aunque no tanto la cerveza aburrida. Hojas de parra rellenas de arroz, paté de berenjena, musaka, yogurt, queso… y pescado a la parrilla en una cena especial al atardecer. Todo muy mediterráneo.
Bueno, hasta la próxima estación… ?
La grúa (y el Partenón)
El Erecteion
Las Cariátides
El templo de Zeus en Atenas
Columnas y más columnas
Flower Power
Marta y los crespillos
Ventajas de reservar con AIRBN
Iglesias ortodoxas en Oia (Santorini)
En Oia
Piedras blancas en Oia
Más iglesias
Seguimos en Oia
¿Nieve? No, pintura blanca
Gatico
Es que la gente viaja con mucho equipaje
Viaje a ninguna parte
Atardecer con nubes
Puesta de sol sin nubes
El mar Egeo
Puesta de sol perfecta
Amanecer lunar
Agua transparente
Comida con vistas
Arco en Tirasia
Playa roja
Volcán de Santorini
Salta!!
Otra vista del volcán, y no es desde el aire
Lava
Acantilado
Vista del sur de Santorini, y no es desde el aire.
Cordero de Semana Santa
La capital griega nos ha sorprendido por varios motivos, y es que la antigua urbe colapsada por el tráfico y altamente contaminada ha cambiado radicalmente y ahora se puede caminar por todo el entorno de la Acrópolis. Haber ido en primavera, en plena ebullición de amapolas, margaritas o malvas, ha hecho incluso más placentera la visita. Además, hemos coincidido en Atenas con el domingo de Pascua comiendo cordero, como hacen casi todos los griegos durante esta festividad tan familiar. ¿Y sigue la grúa en la Acrópolis? Por supuesto que sí. Aún sigue en su sitio y parece competir con las de la Sagrada Familia por convertirse en la obra que más años se tarda en acabarse. Otra cosa que nos ha sorprendido son los precios, sobre todo sabiendo que Grecia, debido a la crisis, tiene deflación. Y no me refiero a los Nescafés (!!!) por 4 y 5€ en lugares nada excepcionales, sino al precio de la comida en los supermercados, especialmente la fruta y la verdura. Doblan a los de España y esto se agudiza aún más en Santorini. En cuanto a la injustamente llamada crisis griega, no hemos notado nada puesto que hemos estado en áreas turísticas en todo momento.
En cuanto a Santorini, una pasada. No sólo combina paisajes espectaculares y tranquilidad, sino también historia, la del fascinante y catastrófico final de la civilización minoica tras la explosión del volcán de la antigua Thera, la casi con toda seguridad Atlántida platónica. De hecho, se puede visitar Akrotiri, el equivalente minoico de Pompeya con la diferencia de que esta fue sepultada por ceniza unos dos mil años antes. Visitar Akrotiri o el nuevo volcán te pone los pelos de punta porque la explosión en Thera fue cien veces más fuerte que la del Karakatoa. Igualmente nos ha encantado la arquitectura tradicional de la isla y que nos ha recordado a la de algunas medinas. Eso sí, colgadas de unos acantilados vertiginosos. Uno de estos pueblos es la preciosa Oia, aunque se ha visto algo afectada por el turismo masivo y las casas tradicionales están siendo remplazadas por villas de lujo. Afortunadamente, ir en temporada baja hace que su espectacular atardecer se quede en la memoria durante bastante tiempo. Otros pueblos aún no han sucumbido al turismo de masas (especialmente de origen chino) y conservan intacto su encanto. Un ejemplo es Syrgos, donde tuvimos la suerte de presenciar la celebración religiosa más importante de la isla. Esta consiste en una procesión llevando un cuadro gigante de una virgen para después encender cientos de lamparillas por todo el pueblo. La vista de Pyrgos iluminada sólo por el fuego de las lamparillas es espectacular.
Mención especial merece la comida, aunque no tanto la cerveza aburrida. Hojas de parra rellenas de arroz, paté de berenjena, musaka, yogurt, queso… y pescado a la parrilla en una cena especial al atardecer. Todo muy mediterráneo.
Bueno, hasta la próxima estación… ?
La grúa (y el Partenón)
El Erecteion
Las Cariátides
El templo de Zeus en Atenas
Columnas y más columnas
Flower Power
Marta y los crespillos
Ventajas de reservar con AIRBN
Iglesias ortodoxas en Oia (Santorini)
En Oia
Piedras blancas en Oia
Más iglesias
Seguimos en Oia
¿Nieve? No, pintura blanca
Arquitectura tradicional
Gatico
Es que la gente viaja con mucho equipaje
Viaje a ninguna parte
Atardecer con nubes
Puesta de sol sin nubes
El mar Egeo
Puesta de sol perfecta
Amanecer lunar
Agua transparente
Comida con vistas
Arco en Tirasia
Playa roja
Volcán de Santorini
Salta!!
Otra vista del volcán, y no es desde el aire
Lava
Acantilado
Vista del sur de Santorini, y no es desde el aire.
Cordero de Semana Santa
Comentarios
mucha suerte viajeros
Saludos
Gus