Ucrania - Marzo 2013
Con cinco horas de retraso aterrizamos en una Kiev aun enterrada bajo la nieve tras la gran nevada del día anterior. Sin poder cambiar moneda local en el aeropuerto porque la red había caído y con el transporte terrestre bajo mínimos, menos mal que el novio que esperaba a una chica valenciana nos llevó en su taxi hasta el centro a una media de 10 km/h.
¡Cuánta nieve pero que bonito! Lo increíble es que a pesar de que la temperatura apenas subió sobre cero, no hemos tenido sensación de tanto frío. Ya sea por que íbamos bien abrigados o porque el frío es seco, los -6º (por la noche -12º) no parecían tal.
¿Y por qué Ucrania? Por Chernóbil. ¿Y por qué Chernóbil? porque nos parecía un lugar muy interesante desde un punto de vista histórico, y es que la tragedia del 86 fue tal que aun se pueden ver las consecuencias. Viajar no es solo visitar lugares bonitos y paradisíacos, de hecho, la sensación es parecida a cuando visitas los campos de concentración de Polonia o la S21 en Camboya.
¿Y la radiación? hay lugares en los que es altísima y otros en los que no hay nada en absoluto. El guía sabe por donde se puede ir y por donde no. Además, la nieve ha reducido en un tercio unos niveles ya de por sí muy bajos. A nadie se le ocurriría no hacerle caso al guía... bueno, un fotógrafo alemán bastante inconsciente se contaminó hace poco por "perderse" por la zona. La visita ha sido fascinante, sobre todo a la ciudad abandonada de Prepiat. Sin lugar a dudas una moderna Pompeya. Imaginad pasear por un supermercado vacío, por un colegio con los libros aun en la mesa o por una guardería.
¿Y el resto del país? como solo hemos estado 8 días, tan solo hemos tenido tiempo para visitar Kiev y Lviv además de Chernóbil. El país, al menos en primavera, tiene cero turistas. De hecho, Marta y yo éramos los únicos en Chernóbil ese día. Es una pena porque el país tiene gran potencial. De hecho, Lviv se parece a Praga pero sin las multitudes. Es verdad que casi nadie habla inglés y que todo está escrito en cirílico. También es verdad que la simpatía no es uno de los rasgos más comunes en muchos ucranianos y que al no vivir del turismo a veces te ignoran si les haces alguna pregunta. Pero el hecho de que haya escasísimos turistas es estas ciudades históricas es todo un aliciente para visitar el país. Además, la comida es deliciosa. Una mezcla entre polaca y búlgara.
Lo dicho, aunque pases de Chernóbil, el país cuenta con suficientes atractivos y bien se merece una visita.
Nos vemos en la próxima estación... Stromboli.
A las 10:30 de la mañana en Kiev
Coches bajo la nieve
Chupones de hielo
Nieve y más nieve
El carrito de la compra
¿Para qué ir caminando?
Coches bajo la nieve
Plaza de la Independencia en Kiev 
Plaza de la catedral
Complejo de iglesias en Lavra
Escultura modernista en una azotea
Río congelado
Moda de invierno
Moda de primavera
Esperando al autobús
Central de Chernóbil
Reactor Nº 4 (el que hizo boom!!)
Ciudad abandonada de Prepiat a 3 km del reactor
Edificio soviético en Prepiat
Parque de atracciones abandonado
Señal premonitoria
Cafetería de un colegio
Hielo en las escaleras
Libros aun abiertos
¡Qué acojone!
En una guardería abandonada
Alrededores de Chernóbil
Lviv
Edificios en la plaza principal
Vendedora de chucherías
Columnas barrocas
Cementerio de Lviv
Back to the 70´s
A al ataqueeeerrrrr!
¡Cuánta nieve pero que bonito! Lo increíble es que a pesar de que la temperatura apenas subió sobre cero, no hemos tenido sensación de tanto frío. Ya sea por que íbamos bien abrigados o porque el frío es seco, los -6º (por la noche -12º) no parecían tal.
¿Y por qué Ucrania? Por Chernóbil. ¿Y por qué Chernóbil? porque nos parecía un lugar muy interesante desde un punto de vista histórico, y es que la tragedia del 86 fue tal que aun se pueden ver las consecuencias. Viajar no es solo visitar lugares bonitos y paradisíacos, de hecho, la sensación es parecida a cuando visitas los campos de concentración de Polonia o la S21 en Camboya.
¿Y la radiación? hay lugares en los que es altísima y otros en los que no hay nada en absoluto. El guía sabe por donde se puede ir y por donde no. Además, la nieve ha reducido en un tercio unos niveles ya de por sí muy bajos. A nadie se le ocurriría no hacerle caso al guía... bueno, un fotógrafo alemán bastante inconsciente se contaminó hace poco por "perderse" por la zona. La visita ha sido fascinante, sobre todo a la ciudad abandonada de Prepiat. Sin lugar a dudas una moderna Pompeya. Imaginad pasear por un supermercado vacío, por un colegio con los libros aun en la mesa o por una guardería.
¿Y el resto del país? como solo hemos estado 8 días, tan solo hemos tenido tiempo para visitar Kiev y Lviv además de Chernóbil. El país, al menos en primavera, tiene cero turistas. De hecho, Marta y yo éramos los únicos en Chernóbil ese día. Es una pena porque el país tiene gran potencial. De hecho, Lviv se parece a Praga pero sin las multitudes. Es verdad que casi nadie habla inglés y que todo está escrito en cirílico. También es verdad que la simpatía no es uno de los rasgos más comunes en muchos ucranianos y que al no vivir del turismo a veces te ignoran si les haces alguna pregunta. Pero el hecho de que haya escasísimos turistas es estas ciudades históricas es todo un aliciente para visitar el país. Además, la comida es deliciosa. Una mezcla entre polaca y búlgara.
Lo dicho, aunque pases de Chernóbil, el país cuenta con suficientes atractivos y bien se merece una visita.
Nos vemos en la próxima estación... Stromboli.
A las 10:30 de la mañana en Kiev
Plaza de la catedral
Catedral de Santa Sofía en Kiev
Moda de invierno
Mejor no salir del sendero
¡Qué acojone otra vez!
¡Menudo nevazo!
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