Japón - Abril 2009

Después de una escala y 12 horas seguidas en un avión, este ha sido el viaje más largo que hasta ahora hemos hecho. Aun así, ha merecido mucho la pena. Y es que Japón nos ha gustado más de que lo en un principio pensábamos. La sensación que nos ha quedado a la vuelta es que los japoneses son las personas más amables, educadas y serviciales del mundo. De hecho, recibimos más sonrisas que en Tailandia, el país de la eterna sonrisa. Además, es el único país que se ha atrevido a prohibir fumar, no sólo en los espacios públicos cerrados, sino también en algunos abiertos como parques y algunas calles (eso si, los fumadores tienen reservado un espacio para el vicio).
Otra cosa que nos ha encantado, además de templos, jardines y rascacielos, ha sido ver Japón durante el hanami (floración de los cerezos). Es impresionante ver estos árboles en los que parece que ha nevado.
La comida es igualmente espectacular, así como un sistema público de transporte tan eficiente como confuso en un principio. Sólo hay que ver el mapa de metro de Tokio (con sus líneas públicas, privadas y encima el tren), uno de los más complejos que he visto.
Es un destino que merece mucho la pena y que, al contrario de lo que se suele decir, no es tan caro. De hecho, comer es más barato que aquí, y tanto el precio del transporte como del alojamiento es muy parecido al de España.

Un saludo y nos vemos en la próxima estación: Nápoles y Pompeya

Geisha en Kioto
Parque en Tokio

Bosque de Bambú en Kioto

Vestidas de forma tradicional

Marta en un jardín de Kioto El templo de madera más grande del mundo en Kioto

Hiroshima

Conjunto de puertas en Tokio

Farolillos en Tokio Lolitas

Dos edades

Tokio

En un ryokan tradicional Hotel cápsula